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La llamada Deutsche Demokratische Republik (DDR), o en su traducción al español República Democrática Alemana (RDA), vio la luz el 7 de octubre de 1949, después de que Alemania quedara dividida en dos zonas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los estados del oeste de Alemania quedaron ocupados por las fuerzas aliadas (Estados Unidos, Reino Unido y Francia), mientras que los estados del este del país pasaron a quedar bajo ocupación soviética. Berlín debió haber quedado bajo dominio soviético, pero se había acordado que la capital se iba a repartir entre los cuatro ocupantes. Así fue como Berlín se dividió a su vez en dos grandes zonas que el 13 de agosto de 1961 quedaron separadas durante 28 años por un muro de 158 km de largo.
Fueron 40 años los que duró la RDA en el mapa político. Una vida efímera que empezó a extinguirse tras la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, y que terminó por desaparecer el 3 de octubre de 1990. Ese verano se había votado la Reunificación y devolver la capital a Berlín. Así, el territorio de la RDA pasó a formar parte de la Alemania que conocemos hoy.
Sin embargo, el espíritu de la RDA no está muerto del todo. Con el paso de los años, han aparecido diferentes iniciativas que han tratado de recuperar cómo era la vida en el desaparecido país comunista. Te presentamos en esta entrada algunos museos sobre el tema que pueden ser de interés.
1. Museo de Historia Alemana

A pesar de ser un museo que recorre la historia del pueblo alemán desde la Edad Media hasta hoy, desde luego merece la pena detenerse en la segunda mitad del s. XX, para entender la relación entre la Guerra Fría y la Segunda Guerra Mundial, el mapa político alemán duplicado tras 1945 y el proceso de Reunificación que se dio a partir de 1990.
El Museo de Historia Alemana, cuya narrativa está construida a partir de objetos originales, se ubica en el edificio barroco más antiguo del bulevar Unter den Linden, en el corazón monumental de Berlín y junto a la Isla de los Museos. En él se guardaba el arsenal armamentístico del Palacio Real y supuso la representación más visible del poder militar prusiano. Su edificio fue ampliado con una renovación del arquitecto Ming Pei en el año 2003. Su exposición permanente «Historia alemana en imágenes y testimonios» ocupa 8000 m2. Te recomendamos sin duda el espacio referido a la división y existencia de ambas Alemanias y al inicio de la Reunificación.
2. Museo de la Stasi


Como la mayoría de los memoriales y centros de documentación de Alemania, se ha transformado el espacio histórico en espacio de memoria. Es decir, en lugar para el recuerdo y la información. El complejo de la Stasi es uno de los más imponentes, por sus dimensiones y planificación. La Central de la Stasi (el Ministerio para la Seguridad del Estado) se mantuvo herméticamente cerrada hasta el 15 de enero de 1990, cuando miles de personas se abrieron paso hasta el recinto en el llamado «asalto a la Normannenstrasse». Tras la caída del sistema entre octubre y noviembre de 1989, los ciudadanos alemanes de la antigua RDA estaban deseosos de entrar en las oficinas y navegar sobre sus archivos para saber hasta dónde había llegado el papel de este aparato de espionaje que se definía como «escudo y espada del partido».
A través de fotografías, documentos y objetos originales, se muestra el funcionamiento de la Stasi, tanto desde el punto de vista humano, como material. Sus jerarquías, procedimientos y resultados. Es sin duda, el mejor lugar para conocer el que se considera el aparato de espionaje más potente de toda la historia.
3. Museo en la Kulturbrauerei

Desde un punto de vista más doméstico y cotidiano, queremos recomendar el Museo de la RDA que se encuentra en la Kulturbrauerei, antigua fábrica de cerveza ubicada en el barrio de Prenzlauer Berg. Este museo gratuito está enfocado en «Un día cualquiera en la RDA» y se estructura en cuatro partes: «dominación y vida cotidiana», «el colectivo y el individuo», «consumo y carencias» y «repliegue y resurgimiento». La exposición escapa al sensacionalismo y su contenido se ha elaborado a partir de la contribución con objetos e historias de los antiguos habitantes de la Alemania Oriental. Al margen de la Stasi y el muro, se trata de una exposición del día a día de un alemán en la extinta RDA.
4. Museo de la RDA
A pesar de ser el museo dedicado a esta temática que atrae más turistas cada año, no es la mejor opción. Está concebido como un espacio para tocar la Historia («Geschichte zum Anfassen»), de manera que es un museo que te permite interactuar con los objetos de la exposición. El Museo de la RDA es una institución privada y se encuentra a un costado de la Isla de los Museos. Intenta mostrar cómo era la vida en la antigua Alemania del Este a través de más de 200.000 objetos: vehículo Trabi, refresco Vita Cola u ordenadores Robotron. Estos objetos están contextualizados en espacios que recrean habitaciones de las viviendas de la época, y acompañados de textos que aportan contenido histórico y anecdótico. Aunque creemos que no es la mejor opción para entender lo que fue la RDA, puede aportar algunos datos curiosos desde una perspectiva diferente.

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